viernes, 7 de septiembre de 2007

EDUCOMUNICACIÓN Y ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Jorge Fandermole (1), virtuosísimo compositor de canciones oriundo de Andino, pueblo muy cercano a la ciudad de Rosario, dice en una de sus obras al referirse a alguien que está muy solo; "solo como aquel que ve todo más claro".

No es mi intención posicionarme en el lugar del incomprendido que está solo sencillamente porque puede ver claramente lo que los demás no ven; apenas intentaré contar algunas cosas que pienso y que no demasiados educadores (al menos de los que yo conozco) intentan poner en práctica.

Hace unos diez años que me dedico a estudiar, medianamente en profundidad, las posibilidades que la Informática ofrece a la cotidianeidad del aula.
Hace unos cinco años que comencé a incursionar, también, en las posibilidades que la utilización de los Medios de Comunicación ofrecen a la composición de clases significativas.

No sé si aprendí algo o no.
No sé si pude concluir algo o no.
¿Les cuento?... ¿lo analizamos juntos?... no esperen grandes afirmaciones... más bien esperen profundos e íntimos cuestionamientos.

En un Congreso al que asistí hace dos años escuché a Alejandro Spiegel (2) contando una sencilla historia que hoy adaptaré para introducir a mis reflexiones.

Imaginemos a la directora de una Escuela que camina por un largo pasillo desde el cual se pueden observar las actividades que se desarrollan en cada aula.
Estas aulas están dispuestas una detrás de la otra siguiendo un perfecto orden lógico: primero Nivel Inicial, después EGB, y así hasta llegar hasta el 3er año de Polimodal.
Cuando la directora pasa por el Nivel Inicial, observa embelesada cómo cantan y juegan los chicos y chicas con su "seño".
- La seño Sonia sí que sabe trabajar - piensa - los chicos no paran de divertirse y hay que ver cómo avanzan en sus aprendizajes.
Momentos después, ya está pasando por 1ro EGB. Los chicos y chicas no paran de jugar, se mueven por toda el aula y cantan con un entusiasmo envidiable.
La directora mira sonriente, pero no emite comentario.
La escena es más o menos similar en 2do, 3ro, 4to y 5to, sólo que nuestra directora comienza a perder su sonrisa.
Pide permiso e ingresa al aula de 6to para interrogar a la seño Marta.
- Marta... disculpá la interrupción... pero... ¿qué es este desorden?
- ¿Desorden?... estamos trabajando...
Nuestra directora no emite comentario, deja el salón y sigue su camino hasta no dudar un instante en recriminar a la Prof. de Historia que está en 3ro Polimodal con un grupo de alumnas vestidas como hippies de los ´60 que cantan temas de Los Beatles (y cantan bastante bien), mientras otra parte del curso, tirada en el piso, confecciona un gigantesco afiche que rescata frases de distintos personajes pacifistas, en una esquina hay un televisor donde se pueden ver a tres alumnos desgrabando reportajes de esa época, una parejita trabaja en la computadora bajando información de una enciclopedia multimedia y en el pizarrón se puede leer VIETNAM:
- Ya estoy cansada de que "te tires las horas" haciendo cualquier cosa. Esta es una Escuela seria. Acá se viene a trabajar, no a jugar.

Yo me pregunto... ¿es tan importante que el alumno esté quietito y mirando hacia adelante?... ¿es eso sinónimo de orden?... ¿es eso garantía de aprendizaje?... ¿es eso trabajar?

¿No es anormal que un niño o adolescente esté durante tantas horas sentado quieto mirando hacia adelante escuchando cosas que no le interesan?

¿No es un poquito antinatural?

Hay docentes que tienen un especial don a partir del cual atrapan a sus alumnos y alumnas con su discurso... los hipnotizan...

¡Qué magnífico manejo tienen de la palabra! ¡Cuánto admiro a esos docentes! ¡Qué sana envidia me despiertan!

Nadie podría dudar que, en ese caso, el hecho de que encontrar a todo un grupo de jóvenes sentados mirando y atendiendo en absoluto silencio podría entenderse como sinónimo de una buena clase.

Pero... ¿qué pasa con esos chicos y esas chicas que están paralizados frente a ese profe que no dudará en taparlos de aplazos o sanciones ante el más mínimo indicio de movimiento?... Creo que está claro que eso no es sinónimo de orden, más bien de miedo.
¿Creen ustedes que algún alumno o alumna aprenderá algo en esa clase?.
Bueno... si... tal vez aprenda lo que es la represión, o el abuso de poder, o descubra una buena estrategia para esconder la debilidad, la inseguridad...
También aprenderá que a ese docente no le interesa su opinión, en realidad le molesta. Sólo tendrá que responderle lo que él quiere escuchar, con lo cual el "aprobado" está garantizado... es decir que también aprenderá a "zafar".

¿Por qué parecería que si las clases no son aburridas, no son serias?
Pregunto yo a mis colegas educadores... ¿ustedes no se aburrían en la Escuela?... porque yo me aburría mucho... o estaré en esto "solo" como dice Fandermole.

Permítanme hacer un análisis de muy bajo nivel, casi irrespetuoso:
Si yo me aburría en la Escuela ¿cuál es la razón por la cual no deberían aburrirse mis alumnos cuando yo hago lo mismo que hacían mis maestros?

Hace poco leí algo que me gustó. Descubrí a Howard Gardner (3) preguntándose "¿dónde está escrito que todas las personas tienen que aprender de una presentación oral o de un libro de texto?. Esas son convenciones culturales, no necesidades."

Mientras leía a Gardner escuchaba a mi esposa y su tía discutiendo.
Su tía insistía:
- Los chicos de ahora ya no leen como los de antes.
A lo que mi esposa respondía:
- Claro que no leen como los de antes, porque no son "de antes", son "de ahora".

Más allá de saberme frente a otra razón más para seguir enamorado de mi compañera de vida, reflexioné... claro, son "de ahora", no "de antes"... es tan sencillo... ¿por qué tienen que hacer las cosas como las hacían los "de antes"?

¿Por qué ese canario no canta como aquella calandria?
Porque es canario, no calandria.

¿Es bueno o es malo que los "de ahora" no sean como los "de antes"?
... no es ni bueno ni malo...sencillamente "es".
No se trata de hacer juicios de valor, se trata de comprender que es nuestra materia prima de trabajo, nuestro punto de partida.
- ¡Los chicos no saben leer!
- ¡Los chicos no saben expresarse!
- ¡Los chicos no saben estudiar!
- ¡Los chicos...!
- ¡Los chicos...!
¡Felicitaciones por el diagnóstico! ¡qué bueno es tener semejantes certezas!
¿Qué pensás hacer ahora a partir de esas certezas?

No aceptar la necesidad de ponerse a trabajar seriamente a partir de ese diagnóstico es más o menos lo mismo que suponer que al finalizar el mayor Congreso Mundial de Medicina uno de los párrafos medulares de sus conclusiones diga: "hemos comprobado con total y absoluta certeza que en las sociedades actuales están apareciendo un sinfín de nuevas enfermedades para las cuales aún no tenemos respuestas ciertas. Es necesario advertir a la humanidad que si no deja de contraer este tipo de enfermedades nuevas, indefectiblemente se va a morir."

Para que nuestros alumnos o alumnas "no se nos mueran sin al menos vernos intentar algo", tal vez sea el momento de preguntarse ¿cómo son los chicos y chicas de ahora?

Para no caer en un error, debo reconocer que no sé si yo estoy en condiciones de teorizar demasiado sobre esa cuestión concreta. Hay profesionales capaces de ahondar más esta problemática. Yo sólo diré que los chicos "de ahora" interactúan en (con) Internet, trabajan o juegan con su computadora y pasan muchas horas mirando televisión.

Situación, esta, que "antes" no se presentaba.

¿Hay alguien que no acuerde con esta afirmación?

¿No será buena idea tratar de encontrar elementos para el análisis a partir de este hecho?
¿No será que los chicos y chicas "de ahora" leen de ese modo?
Leen imágenes que van variando a cada minuto acompañadas por una estruendosa música (que si aún no pasó de onda ya estará por pasar).
Leen montajes digitales a los que aceptan como verdad absoluta, al mismo tiempo que comprenden que no se trata más que de un "paquete" que alguien armó para que consuman.
Leen esquemas, leen estructuras, leen representaciones... leen construcciones tales como amigas 4 ever, amigas x100pre (amigas por siempre), I Y you (te amo) o T.K.M. (te quiero mucho)...

Me pregunto... ¿también leerán palabras?
También me pregunto... ¿leen o sólo ven?... ¿apenas decodifican?... ¿comprenden?... ¿aprenden?

¿Qué es "leer"?

¿Por dónde habrá que encarar la problemática de la comprensión lectora?.

Nosotros, los chicos y chicas "de antes", leíamos en 2D (4), es decir, de izquierda a derecha y de arriba abajo.
Los chicos y chicas "de ahora" leen en 3D (5), es decir, empiezan a leer, hacen click donde les interesa, toman otro rumbo, se quedan en una foto que les impactó por alguna razón, aprovechan para llenar un formulario que les permite participar en el sorteo de una palm (eso sí, falsificando algunos datos porque, en Internet, uno nunca sabe...), conversan un rato (en inglés) con un ciberamigo (que vive en otro país) al que acaban de encontrar en el chat y cuando advierten que perdieron el rumbo hacen click en "home" (6)... y todo vuelve al punto de partida...

Es verdad... los chicos de ahora ya no leen como los de antes...

Tal vez sea hora de aceptar que hablamos en diferentes idiomas...

Supongamos que yo ahora dijese:

Hello everybody. Now I´m going to speak English, just because that´s the lenguaje that I know better.
Those who can´t understand me... well... sorry... that´s not my problem...

Es probable que muchos lectores hayan comprendido perfectamente lo que dije, otros hayan captado algo y otros se hayan quedado perplejos frente a mi decisión de hablar en otro idioma.

¿No creen que muchas veces hacemos esto en nuestras clases?

¿No creen que muchas veces hablamos un idioma diferente que el de los chicos y chicas de ahora?

¿No creen que muchas veces no les damos la posibilidad de que "se metan" en nuestra clase?

Y sigo profundizando aún más... ¿no les parece que ni siquiera nos hemos dado cuenta de que entre ellos hay quienes hablan en diferentes idiomas?

Docente lector al borde de un ataque de nervios - Bueno, che, bajá un cambio, está todo bien, pero me parece que para poder atender a lo que estás planteando no hay que ser un buen docente, hay que ser Superman.

Perdón... no se enojen conmigo... pero es verdad... tal vez haya que ser Superman... y eso no es posible...

Aunque, pensándolo desde otro punto de vista, todo aquel que dedique su vida a ayudar a que otras personas se formen como tales, es decir, que se dedique a "educar" ya es Superman.

¡Uyyy!... me están entrando ganas de preguntar algo... pero me da cierto temor... seguro que muchos se van a enojar conmigo...

¿A todos los docentes les interesa "educar"?... digo... no sé...

Esto lo comencé a pensar una vez que un alumno me dijo una de las frases más hermosas que alguien me haya regalado: - profe, lo que pasa es que a usted no le interesa ponerme una nota, a usted le interesa que yo aprenda...

Más de una vez me encontré pensando en docentes de Historia, Literatura o Geografía que sólo siguieron esas carreras porque amaban la Historia, la Literatura o la Geografía, no porque su vocación fuese "educar a personas valiéndose de la Historia, la Literatura o la Geografía".

Pobres... hoy tienen que pasar mañanas o tardes enteras soportando a esas feroces bestias a las que la sociedad ha bautizado con el nombre de niños o adolescentes...

Perdón... no sé cómo seguir con esto... hago click en "home".

Decía, entonces, que nosotros, los chicos y chicas "de antes" no hablamos el mismo idioma que los "de ahora"... bien... colegas... hagamos un sublime acto de sinceramiento... no sigamos dejando afuera de nuestra clase a los alumnos o alumnas que no hablan nuestro idioma. Intentemos comunicarnos con ellos a partir de sus códigos... hablemos su idioma.

No digo con esto que tenemos que dejar "nuestros propios códigos generacionales" para comenzar a hablar, leer o escribir “en adolescente”.
No digo con esto que tenemos que dejar nuestro “lugar de adultos referentes” para convertirnos en sus "compinches o amigotes que viven la misma onda".
No digo con esto que obviemos la importante tarea de “traspasar nuestro legado cultural”.

Sólo intento decir que es necesario tener en claro que debemos abrir un canal que posibilite el encuentro, el debate, el análisis, el compartir.

Bien sabemos que ellos viven a mil kilómetros por hora y "no lo advierten". Pues bien, "corramos" a su lado pero con el objetivo de lograr que se detengan para mostrarles la sublime belleza que implica la contemplación.
Bien sabemos que ellos se deslumbran con producidos montajes digitales. Pues bien, no dudemos en utilizarlos con el objetivo de ofrecerles, también, la oportunidad de saborear el éxtasis que produce la lectura de un buen libro.
Bien sabemos que ellos tienen la posibilidad de acceder casi instantáneamente a grandes volúmenes de información sólo haciendo click con el botón izquierdo del mouse de su computadora. Pues bien, aprovechemos esa montaña de datos que tenemos a un click de distancia para enseñarles a analizarlos, a decantarlos, a criticarlos (a veces pienso que el lugar de la Escuela ya no es el del conocimiento, es el del análisis, el de la reflexión).

Estoy plenamente convencido de que es necesario mostrarles que somos capaces de entrar en sus canales para poder sugerirles otros.

Estoy plenamente convencido de que es necesario que hagan experiencia de saberse diferentes y aceptados como tales para que, entre otras cosas, puedan ellos mismos comprender, también, nuestra diversidad de adultos.

"Amemos su mundo para que ellos puedan amar el nuestro" (San Juan Bosco) (7).

Redundante sería hablar del protagonismo masivo que han alcanzado las computadoras en los tiempos que corren. Pues bien, estamos, sin duda alguna, frente a una posibilidad real y concreta de generar una situación significativa de aprendizaje.

Docente lector al borde de un ataque de nervios - Ya entiendo... ahora nos vas a mandar a hacer otro curso de computación más... ¿cuánto cuesta y cuánto dura?... ¿ya tiene número de resolución?

¡No! ¡basta de cursos de computación!

No digo que no sea importante poder operar esos entornos de trabajo... en realidad son maravillosos... pero saber computación no es sinónimo de saber utilizar la computadora como estrategia-recurso áulico.
Tal vez el secreto pase por poder trabajar la nueva relación vincular triangular que se establece: docente - alumno - computadora.

Más allá del alto grado de significatividad que el entorno Tecnológico presenta frente a un chico o adolescente, hecho que posiciona al docente frente a un inmejorable punto de partida para cualquier proceso de aprendizaje, se hace necesario que éste adopte la postura de "andamio" para sostener y acompañar ese camino, pues, de otro modo, es muy probable que todo culmine quedándose en las formas, en la cáscara, en lo que se ve...

Lamentablemente esto es lo que suele hacerse a la hora de implementar a la informática como recurso didáctico...

Y la verdad es que todos quedan felices...

a.- El dueño o director de la escuela porque agrega puntos a su marketing.
b.- Los padres porque ven que el hijo usa la computadora.
c.- El docente porque, como no sabe demasiado del tema, queda deslumbradísimo con esas imágenes que aparecen girando junto a los sonidos electrónicos de la presentación que hicieron sus alumnos para la clase especial o con la cantidad y calidad de material junto a la profundidad en el análisis que se advierte en la interminable monografía que el peor del curso le presentó para aprobar la materia el último día de clases.
d.- El chico porque se la pasó jugando con el Power Point, lo cual le resulta por demás de entretenido y de paso, también le resultó muy divertido ver la cara de asombro de su docente frente a esa incomprensible monografía que para él sólo significó copiar texto de una Enciclopedia Multimedia o bajar información de Internet.

... o sea que todo el mundo está muy contento... pero la única verdad es que esos alumnos y alumnas no aprendieron...

El docente debe valerse de la potencia del elemento informático, del entorno audiovisual e interactivo que posibilita, de la facilidad y velocidad que permite en el acceso o procesamiento de la información, pero no quedarse allí... acá lo único que cambió es el recurso... no la esencia... los chicos y chicas deben construir sus saberes.

A mí me resulta imposible desvincular la palabra RECURSO de la palabra ESTRATEGIA... generemos nuevas estrategias didácticas a partir de los nuevos recursos... no hagamos con herramientas nuevas, lo mismo que hacíamos con las viejas.

Define Ismar de Oliveira Soares (7):
Educomunicación: Conjunto de acciones inherentes a la planificación; implementación y evaluación de productos y procesos destinados a:
Crear y fortalecer ecosistemas comunicativos en espacios educativos.
Mejorar el coeficiente comunicativo de las acciones comunicativas.
Desarrollar el espíritu crítico de los usuarios de medios masivos.
Utilizar adecuadamente los recursos de información en las prácticas educativas.
Ampliar la capacidad de expresión de las personas.

A partir de lo que Ismar de Oliveira Soares dice, yo me atrevo:

Sin lugar a dudas, parte del análisis pasa por entender a la problemática de la atención a la diversidad como una cuestión que tiene que ver con el modo de trabajar la comunicación dentro del ámbito escolar... bueno... ése es uno de los ejes por los que pasa esa problemática...

Por favor. Ahora no me vengan a contar que el año pasado, con un grupo de 5to, en el segundo recreo de los días martes del mes de Septiembre, en la biblioteca del colegio instalaban el equipo de audio con los bafles apuntando al patio y los chicos transimitían como si fuese una radio... y todo salió genial... y la pasaron bárbaro... y estaban re-enganchados...

Está bien. Es verdad. Estaban todos re-enganchados. Fue una hermosa experiencia. Sin lugar a dudas lo fue.
Pero yo no hablo de eso al citar a Oliveira Soares. Hablo de valernos de la potencia que ofrece el entorno informático y el trabajo con los medios de comunicación, para encontrar códigos comunicacionales comunes que, a partir de la propuesta del docente, destinada a que el o la joven puedan autogestionar procesos educativos, cada alumno o alumna se sepa definitivamente como principal actor dentro de la construcción de sus saberes.

Hace años que decimos que cada alumno debe construir sus saberes, al cabo de lo cual les dictamos un texto (para que todos lo tengan igual en sus carpetas) o les indicamos que para la clase siguiente deben poder recitar casi a la perfección las definiciones que aparecen en las páginas 24 y 25 del libro de Editorial Gran Río Paraná que les hicimos comprar a principios de año, gracias a lo cual conseguimos que nos regalen una hermosa y practiquísima agenda.

Querido colega: por más que a mí me guste escuchar a Fandermole, no sea muy amigo del fútbol y ame ir al cine; puedo aceptar y comprender que a vos te guste escuchar Los Chalchaleros (8), regreses sin voz de la bombonera (9) y sólo soportes las de Porcel y Olmedo (10).

Si entre nosotros nos sabemos y aceptamos diferentes... ¿por qué no aceptar que nuestros alumnos y alumnas lo sean entre sí?

Yo comprendo que cuando uno ingresa a un salón y se encuentra con un gran grupo de personas "vestidas todas iguales", lo primero que infiere es "son todos iguales"... pero la verdad es que... gracias a Dios... no lo son.

¿Por qué medirlos a todos con la misma vara?

Dice Howard Gardner: "Dentro de unos años se van a reír de nosotros, porque enseñábamos y evaluábamos de la misma manera a todos los alumnos. Porque en el futuro vamos a ser capaces de individualizar, de personalizar la educación tanto como queramos".

Comencé estas reflexiones diciendo que no era mi intención posicionarme en el sitio del que "sabía más y veía todo más claro", que mi intención sólo pasaba por compartir reflexiones y cuestionamientos.

Con esto ya voy terminando.

Yo uso mucho la computadora e intento trabajar en la producción comunicacional en mis clases. A veces me va bien... a veces más o menos... lo que siempre pasa es que nos divertimos mucho... y muy a menudo me ocurre como a la profe de Historia que intentaba enseñar sobre Vietnam...

¿Por qué no comenzamos a plantearnos la necesidad de hablar como los chicos y chicas "de ahora"?

Dale... contame... ¿por qué le seguís esquivando al problema?... ¿por qué seguís dejando a tus alumnos y alumnas fuera de tu clase?... ¿no te acordás del placer que produce "aprender"?... ¿qué te está pasando?... ¿no te animás?... ¿tenés miedo?... te sugiero que hables con tus chicos y chicas...seguramente ellos te van a dar una manito.

- ¿Te parece que estoy muy equivocado?
Docente lector al borde de un ataque de nervios - ...y... no lo sé.
- ¿La seguimos?... mandame un mail con tu opinión a: ffoulques@hotmail.com




(1) SOLO, de Jorge Fandermole – Grabado por Baglietto y Vitale en “Qué más hacer en esta tierra incendiada, sino cantar” (2001).
(2) Alejandro Spiegel: Actividades de Lengua y Ciencias Sociales Us@ndo Internet (Nov. Ed., 2001, con G. Bajarlía); La Vida Cotidiana como Recurso Didáctico (H. Sapiens, 2000); Los Chicos y el Quijote. Aventuras para leer y pensar, con S. Saposnic, (H. Sapiens, 2000); Docente Protagonista: Docente Compositor (Nov. Ed., 1999); Docentes Us@ndo Internet, con G. Bajarlía, (Nov. Ed., 1997); y La Escuela y la Computadora (Nov. Ed., 1997).
(3) Gardner Howard ( 1993) Estructuras de la mente. La teoría de las inteligencias múltiples. Fondo de Cultura Económica. México; ( 1997) "La mente no escolarizada. Cómo piensan los niños y cómo deberían enseñar las escuelas".Paidós.Barcelona.
(4) 2D: dos dimensiones.
(5) 3D: tres dimensiones.
(6) Botón que aparece en la gran mayoría de los sitios web que permite al usuario regresar al inicio.
(7) San Juan Bosco: Santo fundador de la congregación Salesiana.
(8) Ismar de Oliveira Soares: Especialista en Educomunicación. Docente en la Universidad de San Pablo, Brasil.
(9) Los Chalchaleros: tradicional conjunto folclórico argentino.
(10) La bombonera: Estadio del Club Atlético Boca Juniors, unos de los más importantes equipos del fútbol argentino.
(11) Porcel y Olmedo: Dúo cómico argentino cuya fecunda producción cinematográfica ha rodeado temáticas cercanas al humor picaresco.